las garzas, garcetas, garcillas y moritos pasaban por encima del viejo molino de agua escondido entre higueras asilvestradas que perfumaban el aire con aromas familiares, tímidamente cantaba un ruiseñor entre sus hojas, comenzaba su concierto crepuscular, la brisa suave olía a río y a calma
con aleteos rítmicos y como cansados volvían en pequeños grupos desde el horizonte púrpura, la caída del sol desde lo más alto del cielo les indicaba que era el momento de volver a sus dormideros en los cañaverales, pronto sólo se oiría en timbre sonoro de las ranas, mientras que los murciélagos tomarían el relevo a las golondrinas y aviones en el batir del cielo en busca de insectos
es el final de una etapa extraña, dolorosa y dulce al mismo tiempo, pero el río y sus moradores nada saben de ella, tampoco del solsticio
un mundo dentro de otro
especie: hojas de higueras silvestre Ficus carica
recolección: ribera del río Guadiana, Ciudad Real
ref:1460
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