13 noviembre, 2020

el gingko había comenzado a dejar caer sus maravillosas hojas que nunca decepcionan, el suelo estaba tapizado de amarillos verdosos y marrones, como dos yonquis en estado de abstinencia desde el otoño pasado, comenzamos a recoger hojas con esa alegría infantil que produce estar en una tienda de caramelos, una imagen icónica de nuestra sociedad, el placer salvaje casi delirante al vernos rodeados de un mundo de abundancia

«rebosante» de alegría, «inundados» de felicidad, hasta el lenguaje se contagia de la abundancia

 

especie: hojas otoñales de gingko Gingko biloba
recolección: Ciudad Real

 

ref: 1563