las ramas rodaban, no se quedaban en el lugar elegido a las distancias elegidas, cuando parecía que se habían calmado coloqué las raíces, pero sus formas complicaban el alineamiento entre ellas y con las ramas que a su vez volvían a rodar y a descolocarse
volví a empezar una y otra vez, pero me dije a mi misma que no perdería la compostura delante de ellas ni de mi misma, ni un uf!, ni un gesto de derrota, ni un juramento en hebreo o en arameo, ni un pensamiento, palabra, obra u omisión que pudiera desequilibrar mi estado de ánimo, nada de quejas ni de victimismo
y cuando me convencí por la vía de los hechos de que en es absolutamente cierto que el universo tiende al caos y que por tanto nadie me criticaría por rendirme al desorden, se quedaron quietos
estoy practicando la aceptación
algunos días
especie: ramas de haya Fagus sylvatica pulidas por aguas de arroyada y raíces sin determinar pulidas por las olas del mar
recolección: Pozas de Sarvisé, Aragón y playa de las Negras, Almería
ref: 1624
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