todo es diferente, ha llovido mucho y la temperatura es templada, los campos ya no sólo son verdes el color lo inunda todo, las flores blancas de las margaritas, crisantemos y silenes de las cunetas del camino que conduce al soto, da paso a los blanquecinos ranúnculos acuáticos en las aguas mansas del río, las moradas malvas se unen a las vivoreras, chupamieles, cantuesos y las amapolas, es el mes de las bellas amapolas que crecen a sus anchas en los trigales aún sin granar
durante algunos días, la chopera inunda con sus semillas algodonosas los arbustos y plantas de la ribera como una tenue y fértil nieve primaveral buscando extenderse más allá de sus territorios, el pájaro moscón entra y sale nervioso del acogedor nido que cuelga de la rama del sauce y las aneas que crecen a gran velocidad, esconden en la orilla protectora a los azulones y a su prole, los abejarucos escandalosos cantan mientras sobrevuelan los nidos ocupados en los taludes arcillosos, los vencejos chillan al ascender en círculo por las corrientes térmicas, los sembrados y riberas, las arboledas y dehesas bullen de actividad, todo está disponible para todos, la despensa llena de la primavera es aprovechada como si no hubiera mañana
el sonido de la naturaleza ha cambiado, el canto apasionado de amor se ha transformado en camadas chillonas y hambrientas mientras que sus progenitores hacen lo que se espera de ellos, alimentar la vida
especie: pétalos de amapola Papaver rhoeas
recolección: Ciudad Real
ref: 933
Volver