a menudo sentimos esa extraña sensación de que las casualidades, lo inesperado, va poniendo marcas en nuestro camino, obligándonos a encauzar la vida en una dirección u otra, como si una fuerza de la que no se puede escapar llamada destino nos llevara de la mano, pero en realidad es el funcionamiento de nuestro cerebro que tiene una especial atracción por encontrar patrones en todo lo que nos rodea
es sensible a las coincidencias, a lo que se repite, a establecer relaciones, busca el orden y se siente tranquilo con la certidumbre, tal vez por eso creamos que vemos objetos o caras en las nubes o en los troncos de los árboles, que ciertas composiciones de números ocultan mensajes, que nada ocurre por azar, esa palabra maldita que todo lo desbarata
somos curiosos y sensibles y nos atrae lo mágico y misterioso pero la vida no se teje en las estrellas, al otro lado hay -nada más y nada menos- un cerebro que juega con nosotros
lo lamento pero es bastante menos poético
especie: hoja de magnolia Magnolia grandiflora
recolección: Picón, Ciudad Real
ref: 2091
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