10 diciembre, 2019

los setos de mirto habían tenido un cálido otoño y maduraron sus frutos como quien aprovecha el presente por si hubiera un mañana, los tallos comenzaron a crecer con ese forma desgarbada y tierna que tienen los adolescentes y como tallos rebeldes que eran se atrevieron a romper las cuidadas formas rectas y simétricas que el jardinero había trazado con precisión al final del verano

y aquella mañana lluviosa aparecieron los restos de la poda en el suelo, hojas y ramas jóvenes, frutos en diferente estado de maduración y los setos primorosamente alineados

los setos crecieron fortalecidos con el cálido otoño, estaba en su naturaleza y el jardinero hizo lo que se esperaba de él aunque no estuviera en la suya

 

especie: fragmentos de mirto o arrayán Myrtus communis
recolección: Ciudad Real

 

ref: 1324