

monocóptero
1 septiembre, 2016 cuando se desprenden de sus finos pedúnculos, las semillas de los arces emprenden su caída al suelo y su única ala las hace girar en un proceso llamado de auto-rotación
se ha observado que durante estos movimientos, se genera sobre el ala un remolino de aire que le permite volar, siendo esta turbulencia similar al la que se produce en las alas de los insectos o las aves e imitada en los aviones
las alas de los animales nos parecen maravillosos diseños de ingeniería de la naturaleza
pero del diseño inteligente de las plantas apenas se habla
pues ellas también tienen su corazoncito
especie: semillas en sámara de arce de Montpellier Acer monspessulanum
recolección: área de descanso cercana a Montpellier, Francia
ref:475
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