desde hace mucho tiempo a la mayoría de los seres humanos dejamos de preocuparnos por lo que pasa en el cielo, la desconexión entre lo que dicta nuestro reloj o calendario y lo que realmente pasa a escala astronómica es lo que nos hace celebrar la entrada del nuevo año al finalizar el 31 de diciembre
en realidad no hay ningún evento físico o astronómico de relevancia, salvo que han pasado 365 días desde el último atracón de uvas, es más ni siquiera el año completo termina en esa fecha ni tampoco todos los años duran los mismo, porque la forma de la órbita de la Tierra, el movimiento de balanceo de esta y las pequeñas perturbaciones de los grandes planetas en la órbita terrestre, entre otros factores, hacen que nuestro planeta llegue a veces antes y a veces después del tiempo esperado
pero a quién le importa unas horas más o menos si se trata de montar un fiestón
especie: tallos y frutos de cornicabra Pistacia terebinthus
recolección: Ciudad Real
ref: 1853
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