aún es posible ver hierba fresca aunque haya que buscarla en la ribera del río, las aneas crecen si cesar y los carrizos protegen la vida que se concentra en estos oasis de frescor, de cantos y de belleza, trinos tímidos de ruiseñores jóvenes que aprenden a afinar su canto resguardados entre las marañas de las zarzas
el alba se adelanta, el ocaso se retrasa y la luz se hace dueña del tiempo, es el mes del sol, los días crecen como los polluelos en los nidos, jóvenes mirlos que levantan el vuelo torpemente bajo la supervisión atenta de sus progenitores, gorriones con el pico aún amarillo se arriesgan en sus primeros vuelos indecisos para luego piar desorientados desde la hierba,
nidos que paulatinamente se van quedando vacíos, vidas tambaleantes que poco a poco van conquistando su pequeño mundo
especie: hojas de gramíneas sin determinar
recolección: Ribera del Guadiana. Picón. Ciudad Real
ref: 954
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