entre el ser y el de dejar de ser hay algo fascinante, la falta de fluidos puede transformarlas en las ruinas del sol del verano o en una belleza irascible
hojas secas del tallo de cardo mariano Sylibum marianum. Alarcos, Ciudad Real
ref: 2508
me representa
cápsula de adormidera Papaver somniferum. Peralvillo, Ciudad Real
ref: 2507
el cuerpo de la joven oropéndola dejó este mundo en las manos de un amigo, me contó que la recogió del suelo herida mientras la madre piaba con intensidad desde la rama del viejo ciprés y que con cuidado la mantuvo a salvo de los gatos hasta que yo la recogí
he evitado fotografiar su joven cuerpo porque quizá os pareciera duro o tal vez poco atractivo ver la muerte en una imagen, solo he conservado sus bellas plumas como homenaje
lástima que su sonoro y profundo canto no las acompañe
plumas de oropéndola Oriolus oriolus. Pozuelo de Calatrava. Ciudad Real
ref: 2506
creo que hay pocas combinaciones de colores que puedan tener la fuerza visual que tienen estos dos tonos
siempre me sorprende la tremenda solidez de esta mezcla, es arrolladora y potente
es todo menos minimalista
pétalos secos de espuelas de caballero Delphinium elatum y frutos abortados del árbol de los farolillos Koelreuteria paniculata. Ciudad Real
ref: 2505
en un par de semanas los vencejos, jóvenes y adultos, comenzarán a agruparse y partirán hacia África Oriental en la temporada más calurosa del año
mientras tanto en el cielo de la mañana sobre los olmos y los cedros del jardín sus chillidos y sus vuelos veloces y acrobáticos dan la bienvenida al día, con ese nerviosismo propio de los que van a comenzar un gran aventura, la más importante de sus vidas
ref: 2504
todos los colores dentro del color, la luz pura hecha materia
lunaria Lunaria annua
ref: 2503
se vistió de hombre para poder enrolarse en la marina francesa en un viaje de investigación que daría la vuelta al mundo y bajo la excusa de ser ayudante de cámara del botánico de la corte, el enfermizo Philibert Commerson, pudo realizar trabajos de investigación botánica sin levantar sospechas
llevó a cabo las labores de recolección de más de 6.000 especies, muchas de ellas nuevas para la ciencia, la conocida buganvilla entre ellas
pero el capitán del navío el también botánico y médico del rey Louis Antoine de Bougainville, descubrió el engaño y fue desembarcada en Isla Mauricio junto con Commerson
la primera mujer en dar la vuelta al mundo, la primera expedicionaria botánica, la que descubrió cientos de especies de plantas sólo pasó a la historia como la amante de Philibert Commerson, quien ni siquiera le puso el nombre de ella a la conocida planta
setenta plantas tiene el nombre específico de “commersonii”, desde 2012 una lleva “baretiae”
ahora que tú y yo conocemos su historia, espero que pienses en ella cuando veas las bellas brácteas de sus flores adornando las tapias los jardines
bráctea de buganvília o buganvilla Bougainvillea spectabilis. Puerto de Santa María, Cádiz
ref: 2502
adoro esos instantes en los que entre tanta uniformidad de plantas ya secas percibo algo diferente y siento que puede ser bonito verla al otro lado del foco
es como una sencilla revelación, es un instante de alegría, mínima, efímera, pero una pizca de alegría al fin
cabezuela de semillas de cardo sin determina. Peralvillo. Ciudad Real
ref: 2501
siempre me ocurre que cuando encuadro un objeto con múltiples elementos me debato entre el valor estético del elemento aislado y la belleza de la abundancia
en este momento no hay debate, lo elijo todo
zanahoria silvestre Daucus carota. Santa Cruz de Mudela, Ciudad Real
ref: 2500
el color se mueve entre lo tangible y racional y lo esquivo e inabarcable, flota inquietantemente entre el mundo subjetivo de las sensaciones y el de la realidad física
si el color fuera una propiedad intrínseca a los objetos se vería cuando no hay luz, sin embargo sin ella el color desaparece, por tanto, ¿es acaso la luz la que viste de color el universo?
ref: 2499
azul y amarillo, una dosis de serenidad con otra de alegría
ref: 2497
los tonos de la piel de la cebolla sirven para establecer una sucesión de formas
sigue el rastro
ref: 2497
las siguientes fotos serán pequeñas composiciones de color de fragmentos secos de la primavera desperdigados por escritorio, muebles y cajones porque el campo está bastante aburrido
ya saben el cuento de la cigarra y la hormiga, he guardado para cuando hay escasez como la hormiga y lo celebro cantando como la cigarra
flores secas de hortensia. Asturias
ref: 2496
en verano tengo antojos de color pero en invierno no y es que no me gusta el amarillo pajizo estival y por el contrario adoro el gris sosegado invernal
en realidad creo que casi nada del verano me gusta y del invierno casi todo me enamora
creo que no debería haber nacido en estas latitudes
frutos de rosal, flores de buganvilla, ciclamen y ajo porro, pétalos de tulipán y rosa y tallos secos de hinojo. Ciudad Real
ref:2495
ramas hospitalarias, trinos escondidos, atardeceres sosegados y lunares de luz que juegan a difuminar las sombras
ramas de la falsa acacia Gleditsia triacanthos. Ciudad Real
ref: 2494
no hay color, pero construyo con retazos coloreados y aislados una realidad que no existe, que es una quimera
«Aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo”
flores de tararyes, ajoporro y nácar . Ciudad Real y Cádiz
ref: 2493
se fue desviando de su camino hacia el sol, experimentó con otras opciones pero su naturaleza tenía la marca indeleble de la posición que ocupaba en el mundo y la recondujo
al menos durante un tiempo pudo sentirse libre para decidir sobre sí misma, porque solo es libre quien sabe gobernarse
cardo mariano seco Sylibum marianum. Perlavillo. Ciudad Real
ref: 2491
el orden no es siempre sinónimo de limpieza, a veces es una primorosa clasificación de basura
bueno, define basura
ref: 2491
cada vez es más difícil encontrar algo de color entre el amarillo veraniego, pero este cardo resiste el calor con elegancia
yo, no tanto
cardo yesquero Echinops strigosus, Picón. Ciudad Real
ref: 2490
al pequeño llantén alguien le llama mala hierba porque se empeña en vivir donde siempre lo ha hecho, incluido nuestros huertos, siembras y jardines pero su vida es como una estrella de rock convertida en un mito: vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver
y en este caso además antes de morir: reprodúcete mucho
llantén peludo o pie de liebre Plantago lagopus. Ciudad Real
ref: 2489
