el viento arrancó una rama de un pequeño magnolio del la calle, Pepe la cogió, la metió en el coche y a mi me pareció bien a sabiendas que aún iba a tardar en hacerle la foto y que ya no se vería de la misma forma
pero el tiempo se comporta amablemente y hace un bello el trabajo
rama de magnolio Magnolio grandiflora. Colombres. Asturias
ref: 2536
en el último momento cuando ya estábamos en el coche para iniciar el regreso corté algunos tallos de clemátides que ya habían comenzado a fructificar, los puse sobre las maletas e iniciamos la marcha
atrás quedaron días de sidra y queso, de lluvia, de reencuentros, de abrazos y risas y de calma, mucha calma
se inicia otro nuevo año, no de calendario si no sentimental
tallo fructificado de clemátide Clematis vitalba. Vidiago. Asturias
ref: 2535
caen al mar desde las laderas escarpadas, primero vuelan, luego flotan en las olas a veces bravas, a veces engañosamente mansas
la marea las deposita sobre la arena donde descansan del frenético vaivén hasta que la espuma las vuelva a atrapar o hasta que alguien enamorado de las hojas, las rescate atraído por la huellas que relatan su historia
hojas de eucalipto azul caídas al mar Eucaliptus globulus. Playa de Vidiago. Asturias
ref: 2534
tras un hallazgo inesperado, el pequeño caracol regresó a la pared húmeda después de su posado sobre la hortensia y su minuto de gloria
caracol de jardín Helix aspersa sobre flor de hortensia Hydrangea macrophylla. Vidiago, Asturias
ref: 2533
la tradición en una comunidad Amish dictaba que para no ofender a Dios había que incluir un error premeditado en cada una de las perfectas mantas tradicionales de patchwok que elaboraban las manos delicadas de las mujeres, ya que sólo Él era perfecto
como las mujeres Amish, un pequeño insecto ha venido a mitigar la vanidad de la perfección
flor de capuchina Tropaeolum majus. Vidiago Asturias
ref: 2532
aquel lugar donde crecen los helechos sobre las paredes umbrosas y la luz es acogedora, donde el agua, la tierra y la vida se transforman en perfume, aquel lugar donde el sonido de nuestros pasos se amortigüan sobre una alfombra mullida de hojas antiguas, las olas baten contra las rocas dejando tras de sí encajes de espuma y las hortensias cambian de color a su capricho
el lugar donde inspirar profundamente se convierte en el rito anual que nos conecta con nuestra infancia y con el universo
aquel lugar es nuestro lugar
diferentes especies de helechos de Vidiago. Asturias
ref: 2531
esta hoja de aleluya la recogí cuando comenzó el sol a levantarse puesto que sus foliolos se cierran con la oscuridad
tardé un par de horas en fotografiarla, tiempo suficiente para que desapareciera la turgencia y se mustiara
ella plegó las hojas y me yo plegué a sus deseos, y es que si la vida te da aleluyas mustias, haz mariposas
hoja de aleluya Oxalis acetosella. Vidiago. Asturias
ref: 2530
por la mañana anduvimos paseando por la playa recogiendo restos de algas que las olas perezosas iban depositando en la arena y por la tarde comenzó a caer una suave llovizna
con la luz y en la paz del momento fui añadiendo elementos lentamente en una especie de ceremonia para el recuerdo a sabiendas que ese instante sería uno de ellos, uno de esos recuerdos que quedarían en la memoria hasta que volviera a coleccionar fragmentos de algas antes de que la lluvia suave trajera la luz y la paz
algas, pluma de gaviota y cantos rodados de la playa de Vidiago, Asturias
ref: 2529
en la arena encontramos esta estrella varada, la marea la dejó abandonada y creímos que estaría muerta, no obstante para que no se secara antes de fotografiarla la metimos en un recipiente con agua marina
mientras que preparaba el escenario comenzó a moverse, a doblar uno de los brazos y con sus minúsculas ventosas intentó salirse del cuenco donde la había puesto, rápidamente la fotografié y la llevé de nuevo a la playa donde una ola liberadora rompió contra las rocas y la devolvió al lugar de donde nunca debería haber salido
estrella de mar común Marthasterias glacialis playa de Vidiago. Asturias
ref: 2528
