Encontrar los tesoros que pueden esconderse en cualquier rincón de la madre tierra, sumergirse en ella, mancharse las manos, conocerla, tocarla, olerla, pisarla.
Percibir la armonía, crear el escenario, distribuir los fragmentos y capturarlo todo en un solo instante que perdurará en el tiempo.
Combinar las partes entre sí, darles color, añadirles luz. Jugar a componer un elemento nuevo a partir de varias realidades inconexas.
Usar la aguja y los sentidos para seguir construyendo el discurso. Unir las partes, elevar las formas, dar puntadas en la tierra y fabricar un producto acabado y único, hecho con las manos.
Proteger el resultado con materiales que lo cobijen antes de que reutilices tu caja. Arroparlo, vestirlo e incorporarle algunas partes del proceso para que lo acompañen en el camino.