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homenaje

el cuerpo de la joven oropéndola dejó este mundo en las manos de un amigo, me contó que la recogió del suelo herida mientras la madre piaba con intensidad desde la rama del viejo ciprés y que con cuidado la

viaje

en un par de semanas los vencejos, jóvenes y adultos, comenzarán a agruparse y partirán hacia África Oriental en la temporada más calurosa del año mientras tanto en el cielo de la mañana sobre los olmos y los cedros del

sorpresa

qué probabilidad hay de que en una playa de Cádiz te encuentres una pluma de guacamayo? no hace falta estar en ninguna playa del Caribe para que Pepe la encuentre, por algo es mi recolector favorito   haz y envés

es abril, ellos llegan

el frío ha pasado y las temperaturas suben poco a poco, escudriño el cielo buscándolos y de repente oigo sus chillidos, el sonido de los vencejos recién llegados acarician el aire y mi mente se alegra con ellos siempre hay

migración

las bandadas de ánsares y grullas surcan los cielo con sus trompeteos festivos y su formación en V camino de los países nórdicos y bálticos donde criarán y pasarán el verano hay una mezcla de felicidad por la vida en

darle otra mirada

no es que yo no busque la excelencia en lo que recojo , es que creo que hay algo más allá de la superficie, intento ver lo que hay detrás y cuando eso ocurre, la imperfección se convierte en el

atardecer musical

recojo plumas de gaviotas en una mullida pradera al borde del agua, la abundancia me hace pensar que es un lugar habitual para la muda anual la brisa cálida del atardecer nos acompaña por la orilla del embalse con ráfagas

la épica de unas plumas

ante unas plumas perfectamente intactas sólo se me ocurre pensar en la perfección con la que la historia evolutiva ha construido ese gran ingenio natural ante unas plumas de gaviotas jóvenes como estas, despeinadas, desgastadas y frágiles, imagino historias de

mensaje cifrado

esto es lo que tiene abrir el cajón de las plumas, esparcirlas por la mesa y dejar que ellas hablen susurran, no alcanzo a entender lo que dicen   especie: plumas de mirlo Turdus merula, estornino Sturnus vulgaris, cuervo Corvus

la belleza en mis manos

aquél espléndido animal acababa de morir, no presentaba daño aparente y sus ojos aún conservaban la profundidad y el brillo de la vida no sentí ningún tipo de sentimiento de rechazo por fotografiar un animal muerto, sólo admiración y agradecimiento

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